Síndrome del piramidal

¿Qué es?

El músculo piramidal es uno de los músculos pelvitrocantereos más importantes de la cadera, se trata de un musculo profundo insertado entre la cara externa del sacro y  el fémur. Cuando éste se lesiona produce inestabilidad en la estática.

El síndrome del piramidal lo produce una fuerte contractura o un espasmo muscular de este músculo, generalmente suele producirse en un solo lado.

Suele estar asociado a un pinzamiento del nervio ciático, debido a que éste nervio desciende desde la 3ª, 4ª y 5ª vértebra lumbar hacia la parte posterior de la pierna, y en su paso por la cadera atraviesa el músculo piramidal. Si el piramidal se encuentra contraído, atrapará al nervio ciático comprimiéndolo y provocando una irradiación a través de todo su recorrido de la parte inferior de la pierna.  

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Cómo la tratamos

Los estiramientos musculares consiguen relajar el músculo piramidal y son muy eficaces cuando son bien ejecutados, siempre que el problema que originó el bloqueo del piramidal sea una causa mecánica derivado de la propia contracción de dicho músculo. Si cuando realizamos el estiramiento del piramidal, observamos que produce un alivio en el nervio ciático reduciendo sus síntomas al finalizar los estiramientos, esto quiere decir que el problema es un acortamiento del piramidal.

¿Quieres saber más?

Los síntomas son los mismos que una ciática. Sensación de acorchamiento, adormecimiento, dolor. Al agacharnos, levantar la pierna estando tumbados o flexionar el tronco se produce un aumento de los síntomas puesto que comprimimos aun más la salida del nervio ciático.

Cuando las molestias de espalda no se localizan exactamente en la zona lumbar, sino que se centran en la zona glútea alcanzando parte de la zona posterior de la pierna, es muy probable que se trate del “síndrome del piramidal”.

En principio los síntomas son los mismos. El dolor por hernia discal o protusión suele estar afectada la zona lumbar del segmento vertebral herniado, de ahí desciende al músculo piramidal. En este caso al tratarse de un atrapamiento del piramidal sin hernia discal, no existe afectación neurológica por lo tanto no existe dolor lumbar.

Existen pruebas fisiológicas que determinan el diagnostico:

Cuando realizamos el test en rotación externa estos se encuentran acortados, justo lo contrario que los rotadores internos encontrándose muy elongados.

Encontrándose el paciente tumbado boca arriba percibimos que tiene un pie en rotación externa, correspondiendo al mismo lado que el síndrome del piramidal.

Algunos casos de atrapamiento de piramidal que no responda satisfactoriamente al tratamiento mecánico, se debe a que existe alguna causa de origen visceral que mantiene tal lesión.

Las vísceras posicionadas en la zona pélvica (zona más baja) como lo son: el útero, la próstata, los riñones y el intestino delgado suelen producir contracciones y espasmos  en la zona lumbar. Todo ello continuado en el tiempo provoca contracciones nerviosas  causando reflejo en el músculo piramidal.